Esta semana de vacaciones de primavera he estado librando. Pero antes dejé hecho este artículo para la web del Estu. Tras el truño de partido que nos salió ante el Cajasol -podía haberme ahorrado el madrugón para no llevarme el disgusto, pero bueno- nunca está de más relativizar las derrotas. Porque estar peleando por el playoff -aunque con menos opciones hoy que el domingo pasado, por ejemplo- es un premio al trabajo que va saliendo. 
En el mes de abril el refrán dice que “lluvias mil”, los alérgicos dicen “achús” y el calendario de la ACB dice que a la liga regular le queda un asalto y hay muchísimo en juego. Unos se juegan el liderato, otros asegurar un buen cruce, otros entrar en los ansiados playoffs, otros alguna victoria más por la honrilla o incluso por buscarse un buen contrato para el año siguiente…
En el mes de abril el refrán dice que “lluvias mil”, los alérgicos dicen “achús” y el calendario de la ACB dice que a la liga regular le queda un asalto y hay muchísimo en juego. Unos se juegan el liderato, otros asegurar un buen cruce, otros entrar en los ansiados playoffs, otros alguna victoria más por la honrilla o incluso por buscarse un buen contrato para el año siguiente…
…y  otros se juegan la vida. El ser o no ser en la máxima categoría. Es el  caso del rival de este domingo de Asefa Estudiantes, el Menorca Básquet.  Llegan colistas de la ACB, pero con opciones: están a dos partidos del  Meridiano Alicante. Su salvación, faltando cuatro partidos , parecería, a  priori, una utopía, un imposible.Pero  de imposibles está la historia del deporte llena. Y uno de ellos tuvo  como protagonistas en un mes de abril de hace solo tres años –aunque nos  parezca un siglo- a los equipos que se cruzarán este domingo en el  Palacio de los Deportes.
Este  domingo Asefa Estudiantes se juega algo mucho más agradable que en  aquel abril de 2008: seguir con opciones para alargar su temporada lo  máximo posible, jugar playoffs por segundo año consecutivo.
Entonces  no, entonces la cosa era dramática: penúltima jornada de liga,  Estudiantes en puestos de descenso, lo que significaba que una derrota y  al pozo, un descenso por primera vez en 60 años de historia.
10.300  personas tiñeron de azul el Madrid Arena, en un partido donde, como  recuerda el capitán Pancho Jasen: “nos hicieron vibrar… literalmente. El  suelo temblaba en los ataques rivales”.
Fue  una victoria agónica, un encuentro que se decidió en la última jugada,  un 80-78 que supo a gloria. Tocó remontar, después de ir a remolque casi  todo el partido, con Marinovic y Stojic haciendo estragos hasta que el croata cayó en la trampa de la Demencia, se picó con la grada y se ganó la técnica. 
Una victoria en la que entraron definitivamente a la galería de héroes -si es que ya no lo estaban- de Serrano 127 dos hombre: Pancho Jasen, demostrando por qué es el capitán, y Gonzalo Martínez, inédito en casi toda aquella temporada y que fue el revulsivo que hacía falta.
Una victoria en la que entraron definitivamente a la galería de héroes -si es que ya no lo estaban- de Serrano 127 dos hombre: Pancho Jasen, demostrando por qué es el capitán, y Gonzalo Martínez, inédito en casi toda aquella temporada y que fue el revulsivo que hacía falta.
Y  una victoria en la que... se salió prácticamente de dentro un triple en  la última jugada que podía haber dejado en nada todo lo anterior, el  que lanzó Kaloyan Ivanov. 
Recuerdos  inolvidables que es imposible que no regresen cuando tenemos enfrente  al Menorca, y más si llegan jugándose la vida. Recuerdos que no queremos  volver a tener que vivir nunca más. Pero también recuerdos que nos  ayudan a apreciar aun más que nuestro Estu esté jugándose un puesto en  playoffs y no en la LEB. 
(Artículo publicado en clubestudiantes.com )
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