Hoy, que estoy poco inspirado por ser domingo, os dejo con un artículo que escribí con motivo del primer aniversario del fallecimiento del ex presidente Alejandro González Varona. Es simple y llanamente su perfil, el del último presidente de la vieja escuela estudiantil.
Creo que una de las carencias que tiene el Estu es que no terminamos de saber tratar bien a nuestros históricos. Este año ha sido bastante perro en cuanto a fallecimientos (Mike Schlegel, Luis Martínez Arroyo, Juan Francisco Moneo, Petra...) y tengo la sensación de que han pasado sin pena ni gloria.
Alejandro González Varona entró a formar parte de la junta directiva de Estudiantes cuando el Estu era sólo uno y no trino, en 1983. Iba a recoger todas las tardes al colegio Ramiro de Maeztu a su hijo -Alejandro, como su padre- cuando salía de clase y de entrenar en la cantera, y el presidente estudiantil Juan Francisco Moneo, también director del colegio, trabó amistad con él y se lo propuso.
En estos años, y junto a personas como el gerente Fernando Bernal, le tocó aprender a sortear los constantes problemas económicos que ha tenido el club colegial, como cuando en 1985 la compañía eléctrica pretendió cortar la luz del Magariños por impagos.
En esta década participó muy activamente en el crecimiento, pasito a pasito del Club. En 1987 Varona es nombrado vicepresidente, formando una pareja de gestores inolvidable con el gerente Fernando Martínez Arroyo. En estos años se produce el gran salto adelante del Estudiantes, con el traslado del Magariños al Palacio de los Deportes y los hitos deportivos de 1992: la Copa del Rey de Granada y la Final a Cuatro de Estambul.
En 1992 se produce la conversión, obligada por la Ley del Deporte, de Estudiantes en Sociedad Anónima Deportiva, por lo que el Estu es dividido en dos entidades: por un lado esa S.A.D. que se encargaría del equipo profesional, y por otro el Club Deportivo, responsable de la cantera.
Alejandro González Varona ostentaría entonces el cargo de vicepresidente primero tanto de la S.A.D. como del Club, siendo uno de los hombres fuertes de la directiva de Moneo y como tal el responsable de tratar con los medios, jugadores, instituciones y liga ACB. Por ejemplo, le tocó la papeleta de comunicar que Estudiantes ya no contaba con él a una leyenda como John Pinone, en 1993; o de llevar la voz cantante de la entidad colegial en el conflictivo traspaso de Alberto Herreros al Real Madrid.
Coincidiendo con las bodas de oro del Club Estudiantes, el Cincuentenario celebrado en la temporada 1997/98, Juan Francisco Moneo dejó la presidencia, que asumiría Alejandro González Varona. Su antecesor diría de él en este momento que “se ha entregado extraordinariamente y tiene las ideas muy claras de lo que es Estudiantes”.
Durante su mandato, Estudiantes alcanzaría tres grandes hitos deportivos: la final de Copa Korac de 1999, el título de Copa del Rey de 2000 y la final de Liga ACB de 2004. Y también, con especial entrega y vehemencia por parte de Varona en su papel de presidente del Club Deportivo, el equipo femenino lograría ascender a la máxima categoría en 2002 y clasificarse en dos ocasiones para playoffs y una para la Copa de la Reina.
En 1997 comenzó el proceso de creación de la Fundación Estudiantes, que también presidiría Varona. En 2004 dejó la presidencia de la S.A.D., pero continuó al frente de la Fundación hasta 2006 y del Club Deportivo hasta su fallecimiento en 2007.
Murió el 17 de noviembre de 2007. El mismo día en que estaba previsto que recibiera la insignia de oro y brillantes de la entidad colegial, antes del partido que enfrentaría a su Estudiantes con el Joventut, todo un clásico del baloncesto español. Como lo fue él.
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